¿Qué es la terapia sistémica?
La terapia sistémica o terapia de familia es un tipo de enfoque terapéutico que difiere un poco de los otros enfoques debido a que se basa en las relaciones entre los diferentes miembros de la familia.
En vez de centrar su objetivo en una persona en concreto, se basa en el cambio en los patrones de funcionamiento de las personas y en las dinámicas que se originan debido a estos patrones.
¿En qué se basa la terapia sistémica?
Este modelo de terapia se basa en que los procesos no se dan de manera lineal, sino circular o multicausal, y por lo tanto las relaciones son procesos mucho más complejos.
Por eso en las familias, cada miembro se comporta de manera impredecible porque cada acción y reacción cambia continuamente de la naturaleza del contexto.
En la terapia sistémica, no se entiende el tratamiento de cada miembro por separado debido a que la conducta de uno va a influir en el resto de los miembros de la familia y viceversa.
¿Cuáles son los conceptos clave?
- Causalidad circular: como hemos visto, se parte del concepto de que el comportamiento de un miembro de la familia va a repercutir en los comportamientos de los demás, que también influirán sobre ese mismo miembro.
- Totalidad: la familia es un conjunto y la suma de los miembros del conjunto genera respuestas y comportamientos que son independientes a cada una de las respuestas de cada uno de los miembros. El todo es más que la suma de sus partes.
- Límites: son las reglas que definen quiénes participan y de qué manera lo hacen en la familia.
¿Cuáles son sus objetivos?
- Desarrollar estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas específicos.
- Mejorar el funcionamiento intrafamiliar.
- Aumentar la comprensión mutua.
- Estimular el apoyo emocional entre los miembros del sistema familiar.
Es importante recalcar que cada familia es un sistema diferente y no se puede extrapolar a una familia lo que ha sido efectivo en otra, pues