María Robles Adicción y decisión

¿Qué es una adicción?

Se considera la adicción como una enfermedad cerebral crónica debida al consumo de una o varias sustancias y caracterizada por el ansia imperiosa de consumir esa sustancia, aún a sabiendas de que es nociva para la salud.  

Es bien conocido que el consumo puntual o crónico de sustancias adictivas afecta negativamente al funcionamiento cerebral, lo que puede evidenciarse en fallos en las funciones cognitivas y volitivas (al margen de las lesiones físicas que han sido ampliamente documentadas).

Sin embargo, los efectos del consumo puntual son reversibles al eliminarse la sustancia del organismo o poco después, mientras que los efectos negativos del consumo crónico son duraderos y llegan a hacerse permanentes e irreversibles.

Cada sustancia tiene su mecanismo de acción y da lugar a unos síntomas específicos, pero hay unos que son generales a todas las sustancias y que derivan del deterioro de la función cerebral.

Al inicio suelen provocar un falso estado de euforia, simpatía y bienestar físico y mental, con unas dosis bajas; sin embargo enseguida hay que aumentar la dosis para conseguir el mismo efecto, hasta llegar a que el consumo ya no produce ningún síntoma de bienestar, empero hay que consumirlo para calmar el ansia imperativa de consumo que se produce.

¿Qué es la capacidad cognitiva?

Puede definirse la capacidad cognitiva como la aptitud de comprender o la habilidad de entender lo que estamos haciendo. La capacidad cognitiva es la aptitud para actuar en función de lo que se comprende, o sea de controlar nuestras acciones. Por ello, las funciones cognitivas y volitivas son justamente aquellas que nos guían a la hora de tomar decisiones.

De manera general podemos decir que las personas que sufren una adicción muestran ciertos patrones anómalos de actividad en las tareas cognitivas. Las personas adictas presentan alteraciones en la memoria, atención, velocidad de procesamiento, coordinación motora, aprendizaje y control ejecutivo, lo que incide en una mala toma de decisiones.

La toma de decisiones es un proceso dinámico que se basa en la elección de la alternativa más favorable a la persona entre varias opciones de respuesta, teniendo siempre en cuenta la influencia de esta elección en acciones futuras.  

También sabemos que una de las características clave de la adicción es la pérdida del autocontrol y en muchas ocasiones de la voluntad. Actualmente se sabe que los circuitos neuronales de las áreas cerebrales implicadas en la voluntad y en la recompensa están alterados; por ello en muchas ocasiones tomarán decisiones que solamente tengan en cuenta la recompensa inmediata. Sin pensar en las consecuencias de esas decisiones a corto, medio o largo plazo.

Por todo ello…

Podemos concluir que las adicciones alteran la toma de decisiones, ocasionando un deterioro de la misma al inhibir el autocontrol y la voluntad y producir un ansia de satisfacción o recompensa inmediata que sólo se alcanza con el consumo de la sustancia.

La inhibición del autocontrol y de la voluntad, junto a la imperiosa necesidad de consumir la sustancia sin reparar en medios para obtenerla, lleva a la toma de decisiones dañinas para la salud, para el propio individuo y para la sociedad. Es así como aparecen los problemas de salud, la falta de higiene, la mala alimentación, el abandono de las obligaciones personales, familiares y sociales.

El aislamiento social, la frecuentación de la compañía de otros con problemas similares, el abandono de la familia, las actitudes antisociales o la delincuencia, el vivir sin techo. El abandono del trabajo o el desistir de buscarlo.

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