María Robles Bradipsiquia

¿Qué es la bradipsiquia o el pensamiento inhibido?

En la bradipsiquia, el desarrollo del pensamiento y el lenguaje está retrasado y/o frenado. El paciente presenta dificultad en la comunicación verbal; el flujo de las ideas es lento y se formula con gran dificultad.

El período de latencia de respuesta está aumentado y la asociación de ideas dificultada, por lo que da la impresión de que a la persona le cuesta pensar. Todo ello se manifiesta mediante un habla o lenguaje enlentecido o bradifasia.

La bradipsiquia se define, por lo tanto, como la dificultad para mantener el curso del pensamiento y el enlentecimiento de este, sin que la calidad y profundidad de las ideas que lo componen esté afectada.

Los juicios se emiten de forma parsimoniosa y con un esfuerzo para superar los efectos de la inhibición, pero, no por ello, son de menor calidad. De hecho, tanto el hilo conductor como el significado global del pensamiento se mantienen conservados.

¿Cuándo se suele presentar?

La bradipsiquia es un síntoma muy habitual en el trastorno depresivo mayor melancólico, en el que, en ocasiones, se acompaña de alteraciones emocionales y motoras, como resultado de un proceso generalizado.

Para el paciente depresivo, la vivencia del tiempo se incrementa; verbaliza que no se le ocurren ideas, que no es capaz de pensar, como si una resistencia interna frenara sus pensamientos generando un vacío ideativo, que, a veces, se complementa con un vacío sentimental, reflejo del ánimo deprimido.

Es característico que presente también dificultad para planificar, decidir o actuar en un sentido práctico, todo ello acompañado de una profunda astenia corporal y una disminución del nivel atencional. En palabras de Bumke, «predominan las asociaciones internas sobre las externas», estando el interés atencional lejos de la realidad exterior, motivo por el que el sujeto no es capaz de registrar los sucesos que ocurren a su alrededor y, fruto de ello, surgen los lógicos despistes derivados de una elevada distraibilidad.

¿Solamente se ve en los estados depresivos?

No; también pueden aparecer manifestaciones bradipsíquicas de forma circunstancial y transitoria en las privaciones del consumo de sustancias psicoestimulantes o en los estados de fatiga y de agotamiento. Cuando su presencia es más sostenida y progresiva, se puede observar en los cuadros demenciales, en los que sí se acompaña de un empobrecimiento del discurso, de alteraciones mnésicas, conductuales y motrices.

Puede observarse en el inicio de ciertas formas esquizofrénicas, donde la inhibición puede obedecer a un ánimo depresivo, a un fenómeno de bloqueo o interceptación del pensamiento, o a la coexistencia de alteraciones sensoperceptivas que interrumpen el discurso normal del pensamiento.

Situaciones en las que el nivel de conciencia está disminuido, como el delirium o síndrome confusional agudo, pueden cursar con bradipsiquia. Se trata de un síndrome de etiología orgánica, que se caracteriza por una alteración del nivel de conciencia y de la atención, así como de diversas funciones como la memoria, la orientación, el pensamiento, el lenguaje o la percepción.

Lo mismo sucede en enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson. Los pacientes con enfermedad de Parkinson muestran, casi todos ellos, moderada o intensa lentificación de la velocidad del pensamiento y del procesamiento de la información. Por ello, no es infrecuente que estos pacientes tarden en entender una cuestión y en generar la respuesta a una pregunta.

Por último, en los trastornos de la personalidad de base neurotiforme, la fuerte preocupación por los conflictos intrapsíquicos subyacentes puede conducir al individuo a un estado de inhibición del pensamiento, con desvío de la atención hacia su mundo interno en detrimento del mundo circundante, y con las consecuencias ya explicitadas con anterioridad.

Referencias:

  1. Scharffeter Ch. Introducción a la psicopatología general. 3ª ed. Madrid: Morata; 1988.
  2. Cabaleiro Goas M. Alteraciones del curso del pensamiento. En: Cabaleiro Goas M. Temas psiquiátricos, tomo II. Madrid: Paz Montalvo; 1966.
  3. Bumke O. Nuevo tratado de enfermedades mentales. Barcelona: F. Seix; 1945.
  4. Segarra R, Gutiérrez M, Eguíluz I. Reflexiones sobre la manía disfórica. En: Pichot P, Ezcurra J, González-Pinto A, Gutiérrez M, eds. Actualización en psicosis. 1ª ed. Madrid: Aula Médica; 2000.
  5. Saz P. Demencias y otros cuadros psico-orgánicos. En: Palomo T, Jiménez-Arriero MA, eds. Manual de psiquiatría. 1ª ed. Madrid: Grupo ENE; 2009. p. 249-66.
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