Existen cinco estadios de cambio a través de los que evoluciona la drogodependencia según el modelo de Prochaska y DiClemente: precontemplación, contemplación, preparación para la acción, acción y mantenimiento; que se desarrollan desde que los pacientes se plantean un posible cambio hasta que dejan definitivamente de consumir.

A continuación exponemos de forma esquemática cada uno de esos estadios:

1. Estadio de precontemplación:

  • La persona no es consciente de que tiene un problema o no está bien informada de las consecuencias que su conducta adictiva tiene para sí mismo y para las personas que le rodean.
  • Por lo tanto, no está motivada para buscar ayuda.
  • No está dispuesta a emprender modificaciones de su conducta. Suele estar a la defensiva y se resiste a las presiones externas para que cambie.
  • Dado que estas personas no consideran tener ningún problema, cuando acuden a tratamiento lo hacen presionados, de modo que si lo inician lo hacen con el único objetivo de reducir la presión bajo la que se encuentran. Si no se trabaja su nivel motivacional, cuando disminuye la presión externa suelen reinstaurar su estilo de vida previo.
  • En esta etapa las ventajas del consumo superan a los inconvenientes. Los pacientes manifiestan pensamientos como: “Yo no tengo problemas con las drogas y nunca los tendré. Las tomo para pasarlo mejor”.
  • La adicción sigue evolucionando y se acumulan las consecuencias negativas.

2. Estadio de contemplación:
• Las evidencias del daño se hacen visibles para la persona.

  • Admite interés por modificar la conducta en algún momento.
  • Fuerte ambivalencia hacia el cambio en relación al precio y al beneficio de abandonar su conducta. En esta fase se destacan las desventajas del cambio.
  • Piensa en el cambio pero todavía no se traduce en acciones concretas.
  • Se empieza a ser consciente de la parte negativa del consumo, se dan pensamientos del tipo: “debo cambiar”, “a lo mejor bebo más de la cuenta”.
  1. Estadio de preparación para la acción:
    • Es la etapa de preparación para el cambio, la persona ya tiene consciencia de la necesidad del cambio y se plantea pequeños objetivos como: “¿Qué puedo hacer?”, “Intentaréconsumir menos cantidad y no saldré tanto por las noches”, “solo consumiré en fechas señaladas: fin de año, mi cumpleaños…”.
    • Motivación para buscar ayuda.
    • Acude a consulta, pide consejo y planifica.
    • Convicción de los beneficios sobre las desventajas.
    • Todavía no está dispuesta a invertir mucha energía en los cambios.
  2. Estadio de acción:
    • En esta etapa se consolida la conciencia de enfermedad, la persona ya percibe que los inconvenientes del consumo son mayores que las “ventajas”.
    • No quiere seguir viviendo en su situación actual. El objetivo de abandonar el consumo está consolidado: “Tengo claro que quiero dejar de consumir y estoy dispuesto a hacer los esfuerzos necesarios”.
    • Fase de ejecución. La persona está preparada para hacer los cambios necesarios, por lo que inicia cambios reales en el estilo de vida, con un compromiso de no consumo y cambio de ambiente. El objetivo principal es superar la adicción, por lo que se pone en tratamiento.
    • En este periodo se necesita mucho apoyo, ya que las personas se enfrentan a dificultades como miedo al rechazo, miedo al fracaso, culpa, vergüenza, …
    • En esta fase es muy frecuente la vuelta al consumo pero esto no significa que la persona no quiera abandonarlo. Como hemos señalado, la mayoría de las personas con dependencia al alcohol pasan varias veces por la misma fase hasta que consiguen mantenerse abstinentes
    • El estadio de acción hace referencia a los seis primeros meses de cambio.

5. Estadio de mantenimiento:

  • Es el reto más importante. Se considera iniciado, como mínimo, a partir de los seis meses de iniciar el cambio.
  • Consiste en permanecer abstinente; y mantener y consolidar los cambios que se produjeron en la etapa de actuación. Se aplica todo lo aprendido en la etapa anterior.
  • El hábito debe transformarse en nuevos hábitos de vida saludables
  • Es imprescindible trabajar la prevención de recaídas.

La recaída:

  • La recaída no es un fracaso, es parte del proceso terapéutico.
  • Es parte del ciclo de aprendizaje hacia la mejora de la recuperación. Como señalan los autores de este modelo, la progresión de los pacientes no es lineal, pasan varias veces por la misma fase, pero la experiencia no es la misma que en la ocasión anterior.
  • A pesar de los cambios, existe en la persona una tendencia a las recaídas por gran cantidad de elementos aprendidos.
  • La adicción, al igual que otras enfermedades, tiene un curso crónico.Marlatt y Gordon (1985) establecen una diferencia conceptual entre el consumo puntual y la recaída:

–  “Lapso”, “desliz”, “caída temporal” o “consumo puntual” es el primer consumo después de un periodo de abstinencia. Pueden ser consumos esporádicos o episodios de consumo intenso durante algunos días.

La recaída supone el retorno a la conducta dependiente, recuperando o no los niveles de la línea base anterior al tratamiento. Supone el consumo de alcohol después del desliz inicial.Realizar esta distinción es importante debido a que en muchas ocasiones podemos cometer errores a la hora de evaluar la existencia de consumo durante el periodo de abstinencia, estableciendo un tratamiento psicológico erróneo. La vuelta al consumo, ya sea un consumo puntual o una recaída, conlleva un gran sentimiento de culpa y fracaso para el paciente, que puede hacer que la motivación, que tiene un papel fundamental en el proceso de cambio, disminuya de forma significativa.Es importante explicarles la diferencia entre estas dos situaciones y estimularles para que continúen con el tratamiento.En los casos en los que se produce una recaída debemos restablecer los objetivos del tratamiento y señalarle al paciente que esta situación no implica una vuelta al inicio y que todos los esfuerzos realizados y habilidades aprendidas en el proceso terapéutico se mantienen presentes. En este caso, se produce un regreso a un estadio previo, es decir, si el paciente se encontraba en el estadio de mantenimiento podría volver al de acción. Son muy pocos los pacientes que regresan al estadio de precontemplación.

La finalización:

Si se consiguen estabilizar los cambios conductuales más allá de la fase de mantenimiento, se especula sobre un posible estadio de finalización, definido como la inexistencia de tentaciones a través de cualquiera de las situaciones problemáticas.

Referencias:

  1. Cabrera, G. A. (2000). El modelo transteórico del comportamiento en salud. Rev. Fac. Nac. Salud Pública, 18 (2), 129-138.
  2. DiClemente, C. C. y Prochaska, J. O. (1982). Self-change and therapy change of smoking behavior: A comparison of processes of change of cessation and maintenance. Addictive Behaviors, 7, 133-142.
  3. Robles-Martínez, M.; Conte-Vivas, M. L.; García-Carretero, M. A. (2015). La dependencia alcohólica: una visión integral. pp104-108.
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