La nicotina es un alcaloide adictivo derivado de la planta del tabaco y con propiedades estimulantes. Se encuentra en todas las variantes de consumo de tabaco: fumar tabaco, mascar tabaco, inhalar por la nariz, pipas de agua, tabaco húmedo en la boca y cigarrillo electrónico.
Según datos recientes publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021), el tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en el mundo.
La nicotina actúa en el sistema de recompensa cerebral creando dependencia y adicción.
Además contribuye a incrementar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, el flujo sanguíneo al corazón y el estrechamiento de las arterias.
¿Cuánta nicotina tiene un cigarro?
No hay una regulación estándar, depende de la marca, del tamaño del cigarro, de tipo de tabaco…
Lo más común es que un cigarrillo tenga unos 8mg de nicotina, pero al consumirlo solo se absorben entre 1-2mg de nicotina.
¿Cómo funciona la nicotina en nuestro cuerpo?
Cuando el humo del tabaco llega a nuestras vías respiratorias y a los alvéolos pulmonares, la nicotina se absorbe rápidamente. Alrededor del 25% de esta sustancia llega al torrente sanguíneo y alcanza el cerebro en 15 segundos.
Se une rápidamente a los receptores de nuestro cerebro y provoca la liberación de dopamina, serotonina y endorfinas, entre otros neurotransmisores, lo cual aumenta sus efectos y contribuye a la adicción.
Existen varios productos farmacológicos de sustitución nicotínica, para dejar de fumar, que se absorben a través de la mucosa oral o nasal (chicles, pastillas, comprimidos sublinguales, inhalador/inhalador, spray), o bien, a través de la piel (parches transdérmicos).
¿Qué efectos produce la nicotina a corto y a largo plazo?
- Incide en zonas del cerebro que regulan las sensaciones placenteras, lo cual crea dependencia.
- La nicotina, en el tabaco, va acompañada de sustancias perjudiciales para la salud: sustancias químicas y metales que son las que realmente pueden provocar cáncer.
- Monóxido de carbono que se encuentra en el humo del tabaco y pasa a la sangre a través de los pulmones. Provoca cansancio, tos y expectoración.
- Actúa sobre el sistema cardiovascular incrementando la frecuencia cardíaca.
- Otros signos de deterioro causantes de su consumo son: arrugas prematuras, manchas en los dientes, infecciones y caries, mal aliento, mal olor corporal y manchas amarillentas en uñas y dedos.
Dependencia
De todos los productos que contienen nicotina, los cigarrillos son los más adictivos. La abstinencia elimina la sensación de recompensa que produce esta sustancia y provoca irritabilidad, estado de ánimo deprimido, ansiedad, falta de concentración, aumento del hambre, insomnio y ansias de fumar, lo que puede desencadenar una recaída (Drug Ther Bull, 2014).
Existen diferentes productos farmacológicos para dejar de fumar: chicles o parches, vareniclina, citistina o bupropión. Algunos de ellos, como los chicles pueden llegar a producir cierto refuerzo positivo y, por tanto, crear dependencia, pero siempre será menor que la dependencia creada por el cigarrillo. Los parches liberan nicotina lentamente, por lo que apenas producen refuerzo positivo, con lo cual no crean dependencia.
Enfermedades cardiovasculares
La nicotina aumenta la frecuencia cardíaca y las contracciones del corazón, constriñe los vasos sanguíneos, aumenta la presión arterial, reduce la sensibilidad a la insulina y puede agravar o iniciar la diabetes.
Problemas en el embarazo
También tiene efectos adversos en el embarazo, pudiendo provocar defectos congénitos en el feto. Si no es posible abstenerse totalmente de la nicotina en el embarazo, la terapia sustitutiva, a través de uno de los productos farmacológicos descritos, es menos peligrosa que fumar cigarrillos.
Prevalencia de consumo y medias de prevención
Los resultados de la última Encuesta de Salud de Barcelona (ESB) muestran que un 15,2% de las mujeres y un 22,5% de los hombres fuman diariamente en Barcelona y que la prevalencia de consumo y exposición al humo ambiental del tabaco es más elevada en las clases sociales más desfavorecidas (Agencia de Salud Pública de Barcelona, 2022).
Siguiendo la estrategia de prevención y tratamiento del tabaquismo, publicada por la OMS en 2008, el estado español ha potenciado, en los últimos años, para el cese del tabaquismo, políticas de prevención y de salud pública y la protección de espacios públicos sin humo. Entre otras actuaciones, destaca:
- Incrementar el número de espacios sin humo al aire libre de uso público (playas, entornos naturales, etc.).
- Hacer extensiva la normativa de los productos del tabaco a los cigarrillos electrónicos.
- Fomentar los programas de cese del tabaquismo en los servicios sanitarios.
- Facilitar tratamientos efectivos y accesibles económicamente a la población fumadora.
- Empaquetado genérico de los productos de tabaco.
- Subir el precio del tabaco y mantener la misma carga fiscal a todos sus productos.
Desde la década de los ochenta,
la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) ha impulsado el cese al tabaquismo como medida de prevención y salud pública, a través de actividades de vigilancia, investigación, control y prevención del tabaquismo basadas en la legislación vigente, en las necesidades de la población y en la evidencia científica.
A través de las Encuestas de Salud de Barcelona (ESB), de las encuestas a la población adolescente, más los informes sobre la repercusión del tabaquismo en los espacios públicos, todos ellos liderados por la Agencia (ASPB), conocemos mejor cuáles son los efectos del tabaquismo en la salud y en la mortalidad de la población de Barcelona. Gracias a los datos obtenidos, la Agencia ejecuta anualmente campañas preventivas en el ámbito escolar que han demostrado que reducen la incidencia del consumo en las personas jóvenes. La Agencia lidera programas de intervención preventiva en el ámbito comunitario y en los barrios más desfavorecidos de Barcelona para reducir las desigualdades en salud ocasionadas por un mayor consumo de tabaco entre la población más desfavorecida. También ha promovido programas de deshabituación tabáquica en diferentes colectivos de profesionales: el profesorado y en los servicios sanitarios de atención primaria.
Cómo eliminar la nicotina de nuestro cuerpo
Dejar de fumar es un propósito que requiere de esfuerzo y apoyo médico. Aparte de la medicación que inhibe el deseo de fumar, se puede acompañar el proceso de deshabituación siguiendo una dieta rica en frutas, verduras, frutos secos y cereales que empeoran el sabor del cigarro, contrariamente a la carne, alcohol o café que lo mejoran. Beber mucha agua ayudará a eliminar los efectos tóxicos de la nicotina.
Síntomas de abstinencia
Los síntomas de abstinencia más comunes asociados a dejar de fumar son:
- Ansiedad por falta de nicotina
- Ira, frustración e irritabilidad
- Ansiedad
- Depresión
- Aumento de peso
Eliminación de la nicotina
- A los 20 minutos de no fumar, la presión arterial y frecuencia cardíaca se estabilizan.
- A las 12 horas, el monóxido de carbono en el organismo desciende a niveles normales.
- A las 24 horas, el monóxido de carbono desaparece del organismo y los pulmones empiezan a expulsar los residuos del tabaco.
- A las 72 horas, la nicotina ha sido eliminada totalmente a través de la orina, y aumenta la capacidad pulmonar.
- A los 3 meses mejoran la circulación y los problemas respiratorios.
Dejar de fumar no es fácil, pero cada vez existen más productos farmacológicos que han demostrado su eficacia en el abandono del tabaquismo.
Terapia de Sustitución de la Nicotina
Cuando la nicotina se suministra a través de cualquier producto sustitutivo aprobado farmacológicamente, el usuario deja de consumir aproximadamente 4.000 sustancias tóxicas que se inhalan con ella en el humo del tabaco.
Los niveles de nicotina en los productos autorizados son mucho más bajos que en el tabaco, y la forma en que estos productos suministran nicotina los hace menos adictivos que fumar tabaco.
Las personas pueden utilizar un producto por sí solo o una combinación de diferentes productos. Por ejemplo, los productos de acción rápida (p. ej., chicles, pastillas) tratan mejor las ansias inmediatas, mientras que los productos de acción prolongada (p. ej., parches) proporcionan un suministro más constante de la misma.
Los medicamentos con nicotina facilitan dejar de fumar
La nicotina por sí sola es menos perjudicial que el humo del tabaco, por lo que, aunque es preferible la abstinencia total de la nicotina, el riesgo para la salud es mucho menor si se sigue una terapia sustitutiva de nicotina que si se continúa fumando. Los medicamentos sustitutivos actúan sobre los neurotransmisores para imitar o sustituir los efectos de la nicotina del tabaco, facilitando el abandono del hábito de fumar mediante el alivio de los síntomas de abstinencia, el refuerzo positivo y la desensibilización de los receptores de nicotina, de modo que si una persona vuelve a fumar mientras sigue un tratamiento sustitutivo, el cigarrillo es menos satisfactorio y es menos probable que vuelva a fumar.
Se ha demostrado que el uso prolongado de productos de sustitución, aprobados por la Agencia Reguladora de Medicamentos o por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), es menos perjudicial que fumar.
Efectos de la Terapia Sustitutiva de la Nicotina
Las terapias de sustitución nicotínica pueden producir efectos no deseados, pero por lo general son transitorios y desaparecen al cabo de poco tiempo. Los principales efectos negativos son:
- Tos, alteraciones gastrointestinales, dolor de mandíbula y problemas dentales con los chicles de nicotina.
- Irritación de la garganta, tos y ardor bucal con los inhaladores.
- Irritación nasal y secreción nasal con los aerosoles nasales.
- Tos e irritación de la garganta con los aerosoles orales.
- Sensibilidad e irritación de la piel con los parches.
- Hipo, sensación de ardor y escozor en la boca, dolor de garganta, tos, sequedad de labios y úlceras bucales con los comprimidos sublinguales.
Los productos autorizados que contienen nicotina son una forma segura y eficaz de dejar de fumar o reducir la cantidad de cigarrillos.
Conclusiones
La nicotina es una sustancia adictiva que se encuentra en los cigarrillos, en el tabaco sin humo, la pipa de agua, los cigarrillos electrónicos y en los productos de la terapia de sustitución de nicotina.
Afecta la frecuencia cardíaca, contrae los vasos sanguíneos, aumenta la presión arterial, reduce la sensibilidad a la insulina y puede agravar o iniciar la diabetes.
Los productos sustitutivos autorizados son una forma segura y eficaz de reducir la cantidad de cigarrillos o de ayudar a las personas a dejar de fumar.
Hasta el momento, y atendiendo a los resultados científicos obtenidos de diferentes ensayos y en los que se han utilizado cuestionarios de medida de calidad de vida relacionada con la salud, se ha demostrado que la nicotina no mejora el rendimiento cognitivo ni mejora el estado anímico de la persona que fuma.
Todo lo contrario, en estudios en los que se mide el bienestar psicológico, mediante el Cuestionario de Salud General (Department of Health (UK), 2014), se han obtenido peores resultados entre los fumadores que entre los que nunca han fumado o exfumadores, siendo los fumadores de larga trayectoria los que peor se sienten. Las puntuaciones de malestar disminuyeron entre los que dejaron de fumar, se mantuvieron altas en los que siguieron fumando y fueron las más altas en los que empezaban a fumar.
Para disminuir el tabaquismo entre la población, resulta necesario continuar supervisando la aplicación de la normativa para proteger y fomentar los espacios libres de humo, extender los programas de tratamiento en los centros de salud, la implementación de campañas de prevención y cese en las escuelas, en los espacios públicos y en los barrios más desfavorecidos.
Bibliografía sobre nicotina
Nicotine and Health. Drug Ther Bull 2014; 52(7):78-81.
Scientific Committee on Tobacco and Health. Report of the Scientific Committee on Tobacco and Health. Scientific Committee on Tobacco and Health, Department of Health, UK, 1998.
Valmayor S, Arechavala T, Bartoll X, Balfagón P, González P, Henderson E, López MJ, Martínez M, Oliva E, Pérez A i Diez E. L’abordatge del tabaquisme a Barcelona des d’una perspectiva de salut pública. Barcelona: Agència de Salut Pública de Barcelona, 2022.
