¿Corre peligro la vida?
Una urgencia psiquiátrica no tiene porqué conllevar un riesgo vital para el paciente.
En algunos casos sí existe un riesgo potencial para el paciente o para las personas que están a su alrededor, pero no es una condición indispensable para que una situación sea considerada una urgencia psiquiátrica.
Entendemos como urgencia psiquiátrica aquel momento en el que una persona se encuentra emocionalmente bloqueadao sobrepasada por una situación actual.
En ocasiones una noticia imprevista, un accidente, una pelea, un hecho fuera de la rutina cotidiana… puede hacer que la persona se sumerja en un bloqueo emocional o, por el contrario, en un estado de gran ansiedad que no sea capaz de manejar.
Por otro lado, una urgencia psiquiátrica es también aquella situación en la que la persona presenta conductas desorganizadas porque su juicio de realidad está alterado.
En estas situaciones sí que puede existir un riesgo vital tanto para la persona como para los que le rodean, debido a lo impredecible de sus acciones, bien porque se encuentra en una agudización de su enfermedad mental.
O también puede ser que nos encontremos antes el debut de una enfermedad mental, bien por haber consumido sustancias tóxicas (alcohol, cocaína, cannabis, estimulantes…) en grandes cantidades o en cantidades superiores a lo que suele hacerlo.
¿Qué es lo más importante en la urgencia psiquiátrica?
En una urgencia psiquiátrica es de la máxima importancia saber qué ha pasado con anterioridad a la aparición de la clínica que la persona presenta en este momento.
Si la persona no puede contarlo por sí misma debido su estado, es de gran ayuda la intervención de la familia o de alguien de su confianza que pueda explicar qué ha pasado o cómo ha estado la persona en los días previos.
Una vez que tenemos la información y que hemos explorado al paciente, se ha de descartar que no haya una enfermedad médica subyacente que esté causando el cuadro clínico actual.
Esto se hace en base a la información aportada por la familia, por el paciente, con los antecedentes médicos, psiquiátricos y toxicológicos del paciente y según la exploración psicopatológica, pues es muy importante tener en cuenta siempre la posibilidad de que haya una causa orgánica que justifique lo que está pasando.
Es prioritaria la atención especializada del paciente que se encuentra en un momento de crisis vital, puesto que los efectos del sufrimiento mantenido en el tiempo repercuten de forma importante en la funcionalidad de las personas a corto, a medio y largo plazo.