Ansiedad tipos y tratamiento

Trastorno estrés agudo

El Trastorno por estrés agudo (TEA) es un cuadro agudo que aparece de forma reactiva a la exposición de la persona a un suceso o evento traumático.

El suceso debe ser grave y con un alto impacto para la persona que lo vive, lo escucha o lo ve.

¿Cuáles son los síntomas del TEA?

  • Recuerdos angustiantes, recurrentes, involuntarios e intrusivos del evento
  • Sueños angustiantes recurrentes sobre el evento
  • Reacciones disociativas (flashbacks)
  • Intensa angustia psicológica o fisiológica cuando recuerda el episodio
  • Incapacidad persistente de sentir emociones positivas (felicidad, satisfacción, sentimientos amorosos)
  • Un sentido de la realidad distorsionado
  • Incapacidad de recordar una parte importante del evento traumático
  • Esfuerzos para evitar recuerdos angustiantes, pensamientos o sentimientos asociados con el evento
  • Esfuerzos para evitar factores externos que rememoran el suceso (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones)
  • Trastorno del sueño
  • Irritabilidad o crisis de enojo
  • Hipervigilancia
  • Dificultades para concentrarse
  • Respuesta de sobresalto exagerada

Para cumplir con los criterios diagnósticos de Trastorno por estrés agudo, los pacientes deben presentar 9 o más de estos síntomas.

Puntos clave

Otros destacados:

¿Todo el mundo tiene los mismos síntomas?

No, como en cualquier trastorno de índole psiquiátrico o psicológico, la presentación clínica de este trastorno puede variar entre individuos.

Lo más normal es que se produzca una respuesta de ansiedad, incluyendo re-experimentación de los sucedido o elevada reactividad hacia el evento traumático.

En otras personas, sin embargo, la clínica más común es la disociación frente al evento traumático, aunque la reactividad emocional puede estar también presente.

¿Cómo se diagnostica el trastorno por estrés agudo?

Los criterios diagnósticos para el trastorno por estrés agudo según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) incluyen:

  1. Exposición a un evento traumático: El individuo ha experimentado, presenciado o ha sido confrontado con un evento que involucra muerte, lesiones graves o amenaza para la integridad física propia o de los demás.

  2. Síntomas intrusivos: El individuo experimenta recuerdos, sueños o flashbacks involuntarios y angustiantes del evento traumático.

  3. Evitación: El individuo evita de manera persistente los estímulos asociados con el evento traumático, como lugares, personas o actividades relacionadas.

  4. Alteraciones negativas en el estado de ánimo y cognición: El individuo experimenta dificultades para recordar detalles importantes del evento, pensamientos negativos persistentes, alteraciones del estado de ánimo y falta de interés en actividades previas.

  5. Alteraciones de la activación y reactividad: El individuo puede presentar síntomas de irritabilidad, dificultades para conciliar el sueño, hipervigilancia y respuestas exageradas de sobresalto

¿Cuánto tiempo dura el trastorno por estrés agudo?

El trastorno por estrés agudo dura entre 3 días y un mes después de la exposición al evento traumático. Si los síntomas se mantienen en el tiempo, acaba evolucionando a un Trastorno por Estrés PosTraumático (TEPT).

¿En qué se diferencia el trastorno por estrés agudo y el trastorno por estrés postraumático?

El trastorno por estrés agudo (TEA) y el trastorno por estrés postraumático (TEPT) son dos trastornos relacionados que pueden desarrollarse después de haber experimentado o presenciado un evento traumático. Aunque comparten algunas características similares, también existen diferencias significativas entre ellos. Aquí se presentan algunas diferencias clave:

  1. Tiempo de inicio y duración: El TEA se diagnostica dentro de las primeras cuatro semanas después del evento traumático, mientras que el TEPT se diagnostica si los síntomas persisten durante más de un mes.

  2. Duración de los síntomas: En el TEA, los síntomas suelen durar un mínimo de tres días y un máximo de cuatro semanas. En el TEPT, los síntomas pueden persistir durante meses o incluso años si no se tratan adecuadamente.

  3. Síntomas intrusivos: Tanto el TEA como el TEPT incluyen síntomas intrusivos, como recuerdos involuntarios y angustiantes del evento traumático. Sin embargo, en el TEPT, estos síntomas pueden ser más persistentes y prolongados.

  4. Evitación: En el TEA, la evitación de los estímulos relacionados con el trauma puede estar presente, pero no es un requisito diagnóstico. En cambio, en el TEPT, la evitación de recuerdos, pensamientos, personas o lugares asociados al trauma es un síntoma clave.

  5. Duración de la respuesta de sobresalto: En el TEA, los síntomas de activación y reactividad, como la hipervigilancia y las respuestas exageradas de sobresalto, suelen durar un período más corto en comparación con el TEPT.

Es importante destacar que el TEA puede convertirse en TEPT si los síntomas persisten más allá de las cuatro semanas iniciales. Además, tanto el TEA como el TEPT pueden tener un impacto significativo en el bienestar emocional y el funcionamiento diario de una persona.

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