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El cannabis es una sustancia que se obtiene de la planta Cannabis Sativa, de cuyas hojas, tallos, resina y flores se elaboran la marihuana y el hachís. Sus efectos psicoactivos se deben fundamentalmente al THC (Tetrahidrocannabinol), uno de los principios activos de esta planta.

En función de la parte consumida y su forma de elaboración, podemos clasificar los derivados del cannabis en tres grupos:

  • Marihuana: preparado con hojas secas y flores, que contiene entre 6 y 14% de THC.
  • Hachís: preparado de resina segregada por la planta de cannabis o que se obtiene hirviendo la planta. Contiene entre un 15 y un 30% de THC, dependiendo de la variedad.
  • Aceite de hachís: preparado mediante la destilación de la planta en disolventes orgánicos. Puede alcanzar hasta un 65% de THC.

Según los datos de la última encuesta EDADES publicada en España, el cannabis es la cuarta droga más consumida, por detrás del alcohol, el tabaco y los hipnosedantes. Hay un mayor porcentaje de consumidores de cannabis entre los menores (15-17 años) que entre los mayores de 35 años (17.1% vs 5.5%). En España se suele consumir más marihuana que hachís.

Existe una gran tendencia en la sociedad actual a pensar que el consumo de cannabis es inocuo para la salud y que no ocasiona ningún tipo de trastorno, la percepción de riesgo es muy baja, lo que contrasta con la alta percepción de disponibilidad de adquisición del mismo. Por ello es muy frecuente, tal y como se ve en la encuesta EDADES, que el inicio de su consumo se de en la adolescencia temprana.

Pero, ¿afecta igual consumir cannabis en la adolescencia que en la adultez? No, se ha demostrado que el cannabis tiene efectos en la plasticidad neuronal

¿Existe evidencia científica de trastornos mentales derivados del consumo de cannabis? La respuesta es clara y contundente: . Veamos algunos de estos ejemplos:

  1. Trastornos psicóticos 

En primer lugar, pero no por ello más importante, el consumo de cannabis produce un incremento del riesgo de desarrollar psicosis en la edad adulta. Podéis descargar el artículo aquí.

El consumo de cannabis en la adolescencia es un factor de riesgo para desarrollar esquizofrenia.

El consumo precoz de cannabis se asocia con psicosis en edades más tempranas.

Además, el consumo crónico de cannabis en pacientes que presentan algún trastorno psicótico produce un deterioro en las habilidades neurocognitivas (aprendizaje verbal, memoria de trabajo verbal, inhibición motora…).

  1. Trastornos afectivos

Se ha relacionado el consumo de cannabis en la adolescencia y el riesgo de padecer hipomanías en la edad adulta temprana.

Algunos estudios indican una leve asociación entre consumo de cannabis y depresión, con un efecto dosis-respuesta.

  1. Trastornos de ansiedad 

Se ha relacionado el consumo elevado de cannabis durante la adolescencia con el incremento de los niveles de ansiedad.

  1. Alteraciones de la memoria

Se ha asociado el consumo de cannabis con alteraciones en la memoria a corto plazo.

Se ha relacionado el consumo de cannabis con alteraciones de la atención y, con ello, de la memoria. También se ha relacionado el consumo crónico con disminución de la capacidad de aprender y recordar nueva información.

También se ha visto que puedo producir una disminución del flujo sanguíneo en algunas regiones cerebrales, entre las que destaca el hipocampo (el cual tiene una importante función en la memoria).

El consumo de cannabis en la adolescencia se ha relacionado con dificultades de aprendizaje y de memoria en la edad adultaademás de una peor memoria de trabajo en la edad adulta.

También se ha visto que las funciones ejecutivas se ven alteradas hasta, al menos, 28 días después de la abstinencia.

Un reciente meta-análisis refiere que el consumo de cannabis da lugar a un empeoramiento de las funciones cognitivas, agravándose con la edad.

  1. Cambios cerebrales neuroadaptativos

Se ha constatado que el consumo crónico de cannabis produce cambios a nivel cerebral.

  1. Alteraciones en el procesamiento de la información

Se ha relacionado el consumo de cannabis con la evitación de aquellos estímulos que provocan ansiedad, lo que sugiere una mayor sensibilidad a la ansiedad. También se han visto alteraciones en el procesamiento de la información.

  1. Alteraciones en la atención

Se ha asociado el consumo de cannabis con alteraciones en los procesos de atención sostenida y transitoria, lo que da lugar a un deterioro en el rendimiento la memoria.

  1. Trastornos de la personalidad 

Se ha publicado que puede existir una relación entre el consumo de cannabis y los trastornos de personalidad límite y antisocial.

  1. Trastornos de conducta

Se ha relacionado el consumo de cannabis con una mayor frecuencia de agresiones que precisan de atención en el servicio de urgencias.

  1. Trastornos del sueño 

Existe evidencia de que el inicio de trastornos del sueño durante la infancia o la adolescencia es un factor de riesgo para el inicio precoz en el consumo de cannabis, existiendo una relación bidereccional por lo que sería fundamental el tratamiento precoz de los trastornos del sueño.

Se ha relacionado el consumo de cannabis con un patrón de sueño desesctructurado.

También ha sido muy reportada en la literatura la relación entre la abstinencia al cannabis y el insomnio.

Tal y como se afirma en este artículo, la principal preocupación de todas estas alteraciones está en aquellos consumidores habituales, especialmente los más jóvenes, que presentan un rendimiento cognitivo inferior al esperado como consecuencia del consumo regular durante una etapa crucial para el desarrollo mental y académico como es la adolescencia, y cuyas consecuencias personales pueden no ser tan reversibles. Por ello se necesita seguir investigando sobre las alteraciones a corto y largo plazo del cannabis en el sistema nervioso central.

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